El pasado 3 de octubre, el Coliseo Centenario de Torreón fue el escenario de una concurrida noche dedicada al género duranguense, con las actuaciones de El Trono de México y Los Primos de Durango. El evento fusionó éxitos de ambas agrupaciones, reviviendo la nostalgia de los 2000 y destacándose por la interacción cercana con un público entusiasta que abarrotó el recinto.

Autor: Omar Isaí García, 5 de octubre de 2025

El viernes 3 de octubre, el Coliseo Centenario de Torreón abrió sus puertas para recibir a miles de fanáticos del estilo duranguense. A pesar de la concurrencia de la feria local, la afluencia de público fue notable, congregando a seguidores deseosos de rememorar la época dorada del género entre los años 2000 y 2010. El concierto reunió a dos de las agrupaciones más representativas, El Trono de México y Los Primos de Durango, con el propósito de ofrecer una jornada recuerdos en un ambiente festivo y cargado de nostalgia.

Desde las primeras horas de la tarde, los accesos al Coliseo Centenario vieron un desfile continuo de asistentes. En los alrededores, la venta de sombreros y burritos formaba parte del ambiente previo, mientras el interior del recinto se llenaba progresivamente, preparando el escenario para un viaje musical.

En punto de las 22:00 horas, El Trono de México subió al escenario, siendo recibido por una multitud enardecida. Iniciaron su presentación con temas como “Prometiste Volver” y “Volver a Amar”, para luego seguir con una serie de canciones propicias para el baile de huapango. La agrupación también rindió un homenaje a Joan Sebastian interpretando “Las Mariposas”, y continuó su repertorio con canciones como “Te Recordaré” y “La Loca”. Aproximadamente a las 22:30, los integrantes interactuaron directamente con el público, repartiendo cervezas y generando gritos de entusiasmo general antes de los acordes de “Te Ves Fatal”.

A las 22:50, Los Primos de Durango se unieron a El Trono de México para interpretar “Almas Gemelas” a dúo, un momento que hizo corear al público y evocó con fuerza los años en que el duranguense dominaba las listas de popularidad.

Tras esta colaboración, El Trono de México se retiró momentáneamente, dejando a Los Primos de Durango continuar con su actuación. Cantaron “Mi Bello Ángel”, manteniendo viva la nostalgia entre los asistentes. Su set incluyó también temas como “Tal Vez”, “Fuego en Tu Piel”, “Te Perdonaría”, “Mañana”, “La Culebra” y “Tú Te Vas”. Dedicaron un segmento especial a K-Paz de la Sierra, interpretando dos de sus éxitos: “Él Soy Yo” y “Mi Credo”. Los Primos de Durango intentaron concluir su participación con “Sólo Tú”, pero la demanda del público llevó a un encore con la canción “Tal Vez”.

El Trono de México regresó al escenario a las 23:50 horas, retomando el concierto con temas como “Se Fue” y “Corazón Mágico”. La medianoche, ya del sábado, marcó el inicio de la distribución de gorras, camisetas y vasos con los logotipos de la agrupación, seguida por la interpretación de “El Muchacho Alegre”.

Minutos después, a las 00:11, ocurrió un gesto significativo cuando la banda invitó al escenario a dos fanáticas, Patty y Rosy, quienes habían viajado desde Ciudad Juárez para el evento. Uno de los vocalistas les entregó dinero para ayudar con sus boletos de regreso, lo que fue recibido con aplausos generalizados. La banda siguió con canciones como “Te Ves Fatal”, “Hasta Mi Final”, “Cielo de Estrellas” y “Por Amor a Mí”. El cierre oficial, a las 00:35, fue con “Prometiste Volver”, la canción que los catapultó a la fama. Sin embargo, la insistencia del público lagunero llevó a otro encore, con las interpretaciones de “Almas Gemelas”, “A Través del Vaso” y “Rosas Blancas”, un clásico popularizado por Los Yonic’s.

El concierto en el Coliseo Centenario de Torreón se concretó como un exitoso reencuentro con el género duranguense. A lo largo de la noche, las actuaciones de El Trono de México y Los Primos de Durango lograron transportar a los asistentes a una década de éxitos musicales, superando la expectativa de una noche de convivencia a pesar de otras atracciones en la ciudad. El evento se caracterizó por la energía del público, los momentos de baile, los recuerdos compartidos y la generosidad de los artistas, dejando una impresión duradera de una noche marcada por la nostalgia.